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El blog del Santi

Salir por ahí

14 de diciembre de 2007

 

Bueno, cuando dije mañana, no era mañana mañana, era la próxima vez que me conectase, y con eso cumplo, porque ayer al ciber le dieron por saquete. Me fui por ahí con los de clase, que había organizado una quedada el profe, a la que para sorpresa mía fuimos todos, menos el coreano y el turco, que andaría uno perdido y el otro rezando, pero fueron sustituidos por un griego y una griega que eran alumnos suyos el mes anterior y la que descubrimos era su prometida y no su mochila, que en árabe se dice muy parecido.

Nos hizo quedar a la puerta de uno de los hoteles más créeme de la créeme de Damasco, pero era mentira, no íbamos a su cafetería, sino a un local de frutas, que aquí son lo que se lleva los findes por la tarde noche, porque tuvimos que esperar para que el dueño nos dejara pasar. Y a elegir, batido de frutas, ensalada de frutas (lo que viene siendo una macedonia de toda la vida pero más tuneado, aquí se llama صلطة الفاوكه  ) con nocilla o sin nocilla… Es lo que tiene ser un país mayormente musulmán, no se van a poner finos a cañas y oreja y choricito antes de salir. Después de pagarlo todo él –o se estira mucho o aquí los profes de universidad cobran bien- en el garito donde le llamaban “maestro Wizsam” nos llevó de paseo por la zona esa, que sería más o menos como Sol, no por lo céntrico sino por lo comercial, a deambular hasta que fuese hora de ir al cine “a ver una peli americana, que árabe ya tenemos suficiente en clase”.

Y una polla con cebolla, se le piró la pinza porque miró el cartel pero no el título, y nos tragamos una movida de dos horas de un jamado que se iba cargando basca y liándose con pivas, y aparte de él y su piva no nos enteramos ninguno de que coño iba la peli, pero bueno, estuvo curioso. “Traición justificada” se llamaba la peli. Si alguna vez tenéis oportunidad de verla, que lo dudo, no tenéis porqué hacerlo. No merece la pena.

Para desquitarnos, los que quedábamos, pues las rusas y la lituana se habían pirado antes de la peli, y un par de yankis se piraron después, los que quedábamos, que no éramos pocos, nos fuimos a casa del Ilyas a privotear un rato, tintillo de la casa Siria, que no está nada mal.

Ahí tuve oportunidad de conocer más a la basca de mi nueva clase. Yo siempre tan rápido, a 4 días de que acabe el curso, pero bueno. Y casi todos los que me caían mal me cayeron bien. Para empezar la yanki hispana que hablaba como un político, y era coleguilla de la Condolezza Rice –otra yanki que ya se había pirado, no sé si os conté la anécdota ya, la de que cuando estábamos diciendo porque era conocido nuestro país, va y suelta “por la libertad”- que resultó que hablaba español, y que era de origen guipuzcoano y cubano por parte de madre, pero como su padre era medio negro medio pie negro (por la tribu india, no por los punkis) pues no tenía mucha pinta de Ainoa Etxeberría. Luego los griegos, que no son de mi clase pero lo dan todo, la Astamatía y el Constantinos –romeros- jóvenes y majos, que hablaban inglés igual que yo. El Constantinos estuvo apunto de proporcionarnos el primer cotilleo desde que estoy aquí –imaginaos el coñazo de 3 meses sin cotilleos- porque estuvo a pico y pala con Georgia, una italiana de mi clase, anduvieron por ahí un poco perdidos deambulando 10 minutillos, pero al parecer al final no safó. Ya me enteraré, que tengo que ir a traducirle un mail que le mandaron a la italiana en español al ciber de aquí, que vive en mi calle, pero me da palo ser tan indiscreto.

Yo por mi parte creo que también triunfé, pero no quise atacar y ver si podía culminar la faena, porque los alemanes semiviejunos amanerados no son mi tipo –tampoco los españoles ni los bolivianos ni los turcos ni los de Burkina Faso, porque a pesar de todo, sigo siendo heterosexual-. El notas es muy majo y muy amable, pero me pone nervioso, vamos, los que me conoceis sabeis que no soy una persona prejuiciosa, pero digamos que si vamos andando por la calle si no puede ir a mi lado prefiero que vaya delante. Y aún así me tocó con el en el cine, y lo pasé un poco mal, se me acercaba demasiado para preguntar… no sé, y sus maneras. Claro, si supiera 100% que es gay nada más fácil que dejarle caer que yo no, para que desista de sus intentos y tan amigos, pero como sólo me podía basar en sospechas, aunque bastante fundadas, no era plan llamarle julas y hacerle sentir mal por no haber entendido que solo es bastante amaneradillo y yo un cabrón que le malinterpreta. Pero por lo demás un tío entrañable el Telman.

 

Ya en casa de Ilyas me fui juntando por afinidad mediterránea, y me hice bastante coleguilla del Constantinos, y la Georgia, las dos únicas personas que conozco que hablan inglés igual o peor que yo, y sin sentirme muy sujeta velas, pues al parecer el intento del Constantinos había fracasado, pero seguía quedando suficiente buen rollo para hacer una coalición mediterránea anti yanki y anti anglófona, aunque nosotros hablásemos en inglés, no nos esforzaríamos por dejar de hacerlo mejor de lo que lo hacíamos cuando hablásemos entre nosotros.

Además con la italiana puedo hacer uso de ese maravilloso don que Dios dejó caer a los españoles, italianos y portugueses, que nos permite entendernos hablando cada uno su lengua, si se hace despacio y con calma o borracho. Como pese a que aquí no entrene mucho 3 vasos de vino siguen sin ser suficiente para ponerme pedo, tuve que usar el método de la calma.

Cuando más animada estaba la reunión a mi parecer, los de mi barrio, que eran mayoría, hicieron por pirarse. Y yo pasaba de volverme sólo, además aunque nos quedásemos los “alma de la fiesta”, éramos demasiado pocos. Así pues les guié hacia los taxis, y yo me pillé el primero huyendo del Telman con la Astamatía, el Constantinos y la Georgia, que además vivíamos por la misma zona de Bab Tuma.

El Constantinos se fue con los Lunnis que estaba to matao, y cuando vi que la italiana no tiraba por donde yo, aunque viva en mi casa me dieron “We are going to a party, do you wanna come?”. Me quedé con ganas de responer “What party? ¿La que te dan estas?”, pero es que en inglés no rima, y se tuvieron que conformar con un soso “no gracias, estoy matao” en inglés, que escondía un “y además ya he conocido bastante gente nueva por hoy y ha ido bien, no quiero estropearlo”.

 

Y todo este turrón es la causa de que hoy me haya levantado tarde, y esté tan tostado como para ponerme a escribir.

 

La paz esté sobre vosotros.

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