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El blog del Santi

Asentándose

Asentándose

Todo lo necesario para pasar 4 meses en Damasco, mientras haga calor. 

 

19 de septiembre de 2007

 

Bueno, retomando, llamé al notis en cuestión. Resultó ser un pive de 60 años, muy majo él, más aún en cuanto cayó en quien era quien me había dado su número. Me tomé un té con él, hice una llamada y en menos de 5 minutos tenía resuelto el problema de la vivienda.

Me llevó a la keli de la mujer de su primo, que alquilaba a estudiantes extranjeros, según me dijo, no por necesidad sino por gusto, y sólo a chicas o a chicos con referencias. Y yo las tenía, las que él dio, así sin conocerme mucho. Habitaban la casa la susodicha mujer del primo, una americana a la cual no vi, una suiza bastante guapilla la chica, y la hija de la mujer del primo, a la que tampoco se podría echar de la cama para comer galletas.

La casa por demás también una maravilla. Una puertecilla en un callejón que daba a un patio inmenso con plantas, bien iluminado y recientemente reformado, al igual que el resto de la casa.

Pero no les quedaban habitaciones, por lo que estoy viviendo en una casa de al lado más vieja, en la que solo vive una mujer, también más vieja. Una Maruja árabe, con sus rulos, sus pantuflas y su pijama, a ver si un día se deja hacer una foto, así estilo como cubana, para no desentonar con la casa, que por dentro es también en plan de estas de la Habana. Otra puertecilla en otro callejón, otro patio, más pequeño y unas escaleras que suben a un corredor que circunvala el patio y en el que están las habitaciones, el baño, y la cocina. De la barandilla del corredor a la puerta de la calle dos cuerdas, no para tender, sino para poder abrir la puerta sin bajar las escaleras, esta me la anoto, no son tontos, no.

 

Sin en cambio, de todo esto estoy disfrutando ahora, porque cuando he venido esta mañana a dejar el equipaje estaba todavía limpiando la habitación y me ha dicho que hasta las 8 de la tarde nada, y para eso quedaban 8 horas, que me he tenido que pasar deambulando por ahí. He “aprovechado” el tiempo en comprarme un cargador de pilas para la cámara, un adaptador de enchufe viejo (con los palitroques finos) a moderno (con los palitroques gordos), que ya he perdido, aunque por suerte me ha costado 30 céntimos, al cambio, cambiar dinero, hacerme con una tarjeta de movil y perderme por ahí, a descubrir parte de lo mucho que me queda de esta ciudad increíble.

 

Pero no voy a gastar una palabra hablando de Damasco ahora porque si no me quedo sin que contaros en estos 4 meses.

 

Aaagur

1 comentario

Lalo -

Esse Santi!ke guapo ke hayas hecho ya algun coleguilla por esos lares, por cierto no seas tonto e intenta catar la otra keliii! En otro orden de cosas el atleti 4-0 ;) asique si vuelves a pasar por turquía diles que aprendan a jugar al futbol! y nada macho por aki todavia andamos con los ultimos examenes los más puados con las fechas deseando de hacer una escapadita o algo. Cuidate mucho por allí y pasalo muy bien.Un abrazo