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El blog del Santi

Enchufaos los hay en tos los laos

24-3-06

Todo se empieza a tornar bastante extraño. Es imposible aquí planear el futuro más allá de seis horas, y eso cuando hay suerte. Ayer aparecieron estos tres mendas a eso de la 1 y media. Yo ya estaba dispuesto a pirarme a dormir, y entraron por la puerta, contándome que al final no se iban de pedo, que el Ajmir no había vendido casi nada esa tarde porque los maderos andaban cabrones. Un par de partidas de cartas, unos fitis, y una curiosa historia del Ajmir en el balcón, y me fui a estrenar la habitación del fondo del pasillo, sin luz ni ruido. Bueno, sin ruido al principio, porque la ventana de esa habitación da a un solar vacío rodeado por 3 lados por bloques de edificios y por el otro por la calle perpendicular a la propia del domicilio mío, y cada vez que pasaba un coche, el sonido se amplificaba hasta el infinito, mas como no hay mejor colchón que el sueño, tampoco fue mucho problema. A las 8 de la mañana ha sonado el despertador. A las 8:40 he conseguido salir de la cama. Lo raro es que el Azdin no estaba en keli, pero bueno, ya se podría investigar después. Cuando iba a coger el pasaporte para ir a correos se ha despertado el Ajmir y se ha venido conmigo, así de buenro, para entenderse con la banda. Es la primera vez que salgo a la calle antes de las 10 desde que estoy aquí. Una mañana espléndida, lucía el Sol y las pocas nubes que se veían parecían dispersas (por fortuna sigue siendo así, aunque fijo que esta tarde llueve). La gente que trabaja todavía estaba en empezar a hacerlo. Al llegar a correos los que reparten los avisos todavía estaban en la puerta de atrás esperando sus sacas para coger su ciclomotor peugeot, de la época de Hassan II, como casi todo lo que medio funciona aquí. Hassan II debió de ser un poco como Franco, un gran cabrón, pero las cosas funcionaban. No voy a entrar en valoraciones morales o políticas, ni a juzgar sus métodos, pero funcionar funcionaban (y no digo que en España ahora no funcionen ni "con Franco esto no pasaba" ni nada de eso).  Tras hablar con el jefe de la puerta de atrás, nos manda al mostrador, y no nos da ninguna solución, paseamos por algunas ventanillas, y al final lo único que descubrimos es que como el paquete pesaba más de 1 kilo tarda más, porque van primero a Casablanca. Vaya por dios. Un cafelito en la plaza que hay de camino al Azima (el super), en medio del Boulevard Pasteur. Y media hora a ver la mañana, como los jubilados. Gente con mochilas, carpetas, que va de un sitio a otro con algún propósito, no como la otra mitad de la población de la ciudad que todavía no se ha levantado. No sé como ha ido derivando el tema, pero empezamos a hablar de religión. Hablar más que discutir, porque para Ajmir, a Mahoma le dijo lo que tenía que escribir el Arcangel Gabriel (Djibril en árabe, como Cissé, el delantero francés del Liverpool), y es todo verdad, y es la religión verdadero porque incluye todas la verdades del judaísmo y el cristianismo (uhmm). De todos modos he aprendido cosas de mitología, y que los musulmanes son más antisemitas que el cerdo más pintado. Pero en el fondo ha estado interesante.
Una vez en casa, hemos despertado a Rajib (o Rabih, o Rabeh, o algo así) y nos ha contado que a las 7 Azdin le ha despertado para ir a tomar un café, pero que él ha pasado mazo, y que el Azdin le ha dicho que esta semana se pira a Alhucemas. Supongo que esta noche tendré más noticias, pero todo empieza a ser de lo más peculiar.
A ver si con un poco de suerte viene la semana que viene Elvira, la chica granadina con la que voy a compartir piso, y ella y su novio son personas relativamente normales que actúan de un modo menos desquiciante, y bueno, dormirán aquí todos los días, pero como inquilinos, no como aguilillas, porque la convivencia con esta banda, sin dejar de ser divertida a ratos, y curiosa casi siempre, empieza a tornarse cada vez más desquiciante.

Retiro lo dicho esta mañana sobre Ajmir y la banda. A eso de las 15:30 ha venido a keli, después de subir corriendo las escaleras me ha dicho que me calzase, que nos íbamos a correos. El muy cabrón, después de hablar con mil personas y dar alguna que otra vuelta, ha descubierto que mi paquete llevaba en correos desde el día 13, pero como no sabían definir si era un paquete o una carta, ahí lo habían dejado estar, con dos cojones. He llegado, he presentado mi pasaporte y me han traído mi paquete. No sé como de constitucional será, si es que aquí hay constitución, pero el policía aduanero de correos, en mi jeta y antes de dármelo, lo ha abierto y ha examinado el contenido. Ha visto el cacharro PCMCIA de Internet, ha preguntado por la factura y me ha dicho que iba a tener que pagar aduana. Vaya púa. Pero no había factura, le he colado que en España te lo regalan por hacerte de contrato (tienen un concepto muy alto de nuestro país), y además luego ha llegado el Rajib -en el blog se queda con este nombre, adjudicado- y le ha dicho que era primo del cuñado del suegro del hermano del director de la oficina de correos de Larache, le ha dicho como se llamaba y ha resultado ser amigo del madero, así que ni pagar aduana ni nada. Voy ganando puntos en el GTA Morocco con amigos aguilillas y con influencias. Influencias que pueden parecer de poca monta, pero en el día a día vienen de puta madre.

Slama

1 comentario

Jorge -

Este comentario serviría para unas cuantas entradas más, incluso para todas.

Proverbio árabe: la lentitud es de Alá y la prisa es del demonio.