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El blog del Santi

Fiesta (como la de Hemingway pero sin toros)

27 de octubre de 2007

 

Sábado de costreo, como un domingo español, que si no te levantas con resaca es casi con resaca. Yo a resaca no he llegado, aunque ayer descubrí que mi costumbre Siria de comer sólo una vez al día esta muy bien cuando no vas a beber. Tampoco es que me pillase un ciego muy gordo, pero iba más pedo de lo que habitualmente iría con 2 litros de cerveza y un cubata flojísimo. En ese estado tuve que resistir 6 horas hablando en inglés. Cuando llegué a la fiesta, el segundo, después del Ilyas, el griego mezquino que en realidad no es tan mezquino, sorprendidos de ser dos mediterráneos los primeros, sacando la primera birra. Me temía lo peor, que al final no fuera ni piter y fuéramos cuatro gatos ahí costreando sin saber bien de que hablar. Pero vamos, la gente fue llegando poco a poco, y las 12 debía haber alrededor de unas treinta personas en la casa.

Un pedazo apartamento de flipar por cierto, en uno de los edificios más altos de Damasco. No era de Will y Bates, sino de un coleguilla de Kensas –que es como los de Kansas llaman a Kansas- que les acogía de momento mientras se buscaban otra cosa.

Bueno, volviendo a la fiesta y a la basca. Hablé sobre todo con el Ikemifune y el Ilyas, que resultó ser comunista leninista del partido comunista griego, y formamos un pequeño frente revolucionario black power. También traté rato largo con el Johannes, que resultó no ser tan inútil para las demás cosas de la vida como para el árabe, y era mucho menos brasas-margi de lo que pensé. Me pasé casi toda la fiesta en la terraza porque dentro no se podía fumar, disfrutando de sus sillones y sus vistas a la montaña, toda ella llena de las luces de los barrios que la trepan. El Macflai también estuvo ahí. De gente nueva reseñar un francés que llevaba allí tres años y lo daba todo, nos dio unos cuantos buenos consejos, otro francés que aunque no aportó nada daba risa verle porque parecía que había metido los dedos en el enchufe. Y aparte las pitutis, en aplastante minoría al principio al final serían 8 o 9, aparte de las 2 de clase, la mujer del Will, Bates, y la Lituana. A destacar un grupo formado por una canadiense muy cocida, una japo-canadiense también muy cocida y una californiana de origen hispano no menos cocida que las anteriores y con bastantes más berzas que nadie. Lástima que aparte de cocidas fueran mazo de pijas y mazo de pavas, porque en 30 segundos habían agotado cualquier tema de conversación ya no interesante, simplemente coherente.

A la 1:30 ya andaba todo todo el mundo mayormente ciego, unos bailando en el salón con las luces apagadas tratando de magrear a las escasas pivas que se atrevían a entrar a bailar al ver el buitrerío, creando un espectáculo digno de documental, al desarrollarse una cruenta batalla por alcanzar la posición de macho alfa dandose codazos entre los pives a la vez que trataban de aislar a una pituti sólo para sí.

A las 2 y pico subieron unos cuantos chawarmas y patatas fritas, el griego y yo nos hicimos una de aguilillas, ya que éramos la gente más sureña del entorno, y aprovisionamos bien nuestra zona en la terraza. Con el estómago lleno me entro la modorrilla y viendo que no había nada que hacer allí que mereciese postergar la piltra, emprendí retirada a eso de las 3:15, y a las 4 ya no estaba en este mundo, estaba en un viaje desde debajo de mi manta, sobre mi colchón mágico, viajando por el mundo de los sueños, donde puedes encontrar lo mejor y lo peor de la vida condensado en una noche y en una historia incoherente -¿o no tan incoherente?-.

 

CURIOSIDADES CULTURALES

Hoy paso, pero vamos, me quedan para rato.

 

FRASECILLA PARA PENSAR

“Vive como si fueras a morir mañana, y aprende como si fueras a vivir para siempre”

El Hugo. Vamos, no es suya, pero yo la oí por primera vez de su boca.

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