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El blog del Santi

Rock the kashba

3-03-06
EL REY DE LOS FANTASMAS:
Hoy me he levantado a las mil y por eso esta mañana solo me he duchado y estudiado un poco, no hay aventurillas que contar, así que las suplo con este cuento, la historia ,según la cuentan en Mekhnes, del 4º de los 7 reyes de los fantasmas.
Le llamaban Kharim Abdul Jabbar, aunque el nombre que sus padres le pusieron era Ngori Maleka. Nació en un pueblo pesquero en lo que hoy es Senegal. No debía contar más de 5 años cuando desembarcaron cerca de allí unos hombres con redes y lanzas, que mataron a la mitad de los habitantes de su pueblo, y se llevaron a la otra mitad en la bodega de su barco. Corría el s.XVI y los españoles y portugueses se acercaban a las costas de Mauritania y Marruecos a comprar esclavos que llevarse a América. Pero no se iban todos. Ngori no se fue. Un terrateniente del lugar le cogió aprecio(cosas de la vida) y le acogió en su casa como a su propio hijo(o casi). Creció jugando por las calles de la medina con los niños marroquíes, aprendió el árabe y a rezar a las horas debidas, fue circuncidado, guardaba el debido ayuno en el mes de Rahmadán. Podría decirse que estaba integrado, no como los argelinos en el barrio del Andrés. Apenas se acordaba de lo bien que le habían jodido a él y a sus vecinos cuando era un niño. El problema llegó a la hora de buscar mujer. Como en toda buena historia hay una chorva de por medio, que voluntaria o involuntariamente pone las cosas difíciles al prota. Casualidades de la vida, fue a encapricharse de la hija del jefe de aquellos que arrasaron su pueblo. Era de una familia árabe, de árabes de Arabia, rubia y de ojos claros como tal(y eso, jóvenes, triunfaba bastante entre los negros en el s.XVI). Pese a vivir en el mismo pueblo, apenas se conocían, pero a Ngori siempre le había llamado la atención. En un momento dado le empezó a tirar los tejos, y veía que ella se deaba querer. Así empezaron a encontrarse en un pequeño callejón cerca de la mezquita para darse el lote y decirse cosas bonitas. Y como ya tenían una edad (casi 20 años, que allí no es poco), Ngori decidió ir a hablar con el padre de Miriam, que así se llamaba ella, para pedirle su mano. Entro solemne por la puerta con la cabeza alta, su mejor chilaba recién lavada y sandalias nuevas. Y salió como sale siempre Jazz el del príncipe de bel-air. Pero no se rindió (decidió ser el primero en pedir la mano de Miriam escuchando a Georgie Dan con Georgie Dan). Cogió su gemberi y se puso a tocar, y así permaneció 3 días con sus 3 noches tocando para ella, bajo su balcón(que típico). Pero el padre, harto de no poder dormir, envío a sus sicarios (los mismos que le habían capturado en Senegal) y le dieron tal somanta de hostias que cayó muerto allí mismo, y su gemberi quedó tirado entre unos matorrales. Al año siguiente, una niña con monopatín, perdón, un joven también negro y músico, es que la historia empieza a parecerse bastante a la del cuervo a partir de este momento, lo encontró paseando por allí(lo normal, media botellita de wins), y empezó a tocarlo. Y como también dicen en la peli del cuervo, el amor, aparte de no tener edad, ser ciego, y otras muchas cosas, es más fuerte que la muerte. Tan mucho más fuerte que permite volver del más allá cargado de odio para vengarse. El fantasma de Ngori se ventiló a todos los sicarios del cabrón, torturó y también mató al propio cabrón, y después arrancó el alma de su piva y se la llevó con él al más allá.
Por eso hoy, en las fiestas de mitad de primavera, cuando negros marroquíes y marroquíes moros se juntan para tocar gnawa, el lugar del 4º rey de los fantasmas lo ocupa el que se traiga entre manos un amorío imposible, o por lo menos muy chungo. Y se dice (como se dice de todas estas cosas), que si baila con suficiente entusiasmo y no deja de hacerlo en 3 días con sus 3 noches, realizará su sueño, matará a los malos y se casará con la chica.
Y ahora yo, voyme a dar un paseo, entraré en la Medina, buscaré cuestas arriba, y con un poco de suerte llegaré a la Kashba. A ver si esta tarde cato cosillas que contaros.

LA KASHBA
Dando voltios y viendo 6 o 7 sinsalidas de callejones sin salida, viendo a los niños jugar en la medina, entré a la Kashba por donde salí la última vez que estuve. En la propia plaza de la kashba. Allí hay un muro, en el muro hay una puerta, y cruzando esa puerta lo flipas. Bajo tus pies, el puerto, a la derecha el otro lado de la bahía, en frente, la costa de Cadiz, y entre medias, el Estrecho, pareciendo anchísimo. A tomar por culo hacia el oeste se veían petroleros, y hacia el este también. Y luego estaba el cielo. Aquí las 5 de la tarde, 6 en España, es una hora cercana al atardecer, y Alá debía estar flipándoselo en su trono en el paraíso. Las nubes formaban un círculo perfecto alrededor de la bahía, y el mar cambiaba de color dentro y fuera del círculo. Un pequeño agujero por allá en las nubes, fuera del círculo, iluminaba como un foco Tarifa. Yo describiendo tengo poco futuro, sólo deciros que no podía darlo más. Típica escena que de haberla vivido con el Kanguro o el Tali, me habrían dicho "Tío, ojalá fueras una tía buena". Que es lo que me faltaba a mí. Pero bueno, lo tengo claro, Fray Santiago no regala papeles, y de momento el Asdin no me ha liado con ninguna de sus amigas por ahí, que bueno, tiempo para intentarlo tiene, pero creo que no tenemos el mismo gusto.
Jorge, Álvaro, Kanguro, teneis que volver para ir a la Kashba(que por cierto significa Alcazaba, como las de España).
Salud (dinero y amor)

1 comentario

alvaro -

Yo me apunto pero, ¿que es una alcazaba?